Nunca quise ser tú
ni que tú me lo impidieras
con destreza, con quimeras,
con extraña inquietud.
Tú quisiste ser yo
más jamás lo conseguiste
por eso me destrozaste
y por ello me levanté.
Hoy doy las gracias a Dios
por esos rasguños y heridas
del corazón y el dolor
que me causó tu color
negro, negro como noche oscura....
Permíteme que me ria
no me volví loca, todavía....
Doy gracias por esos días
en que mi ceguera impedía
ver lo que tenía delante.
Eres una roca infernal
donde se oculta el demonio,
sacado del manicomio
de tu rutina mortal.
27/12/2015